Luis Eduardo Tobón, nuevo director de la carrera de Ingeniería Electrónica

Desde el primero de febrero y hasta el 2023, el profesor Luis Eduardo Tobón Llano será el director del programa de Ingeniería Electrónica. El Dr. Tobón se venía desempeñando desde el 2018 como director del Departamento de Electrónica y Ciencias de la Computación, uno de los más activos en investigación de la institución. En este nuevo camino y con la nueva normalidad, surgen retos interesantes que el profesor Luis Eduardo debe hacerle frente.

A través de sus más de doce años en la Javeriana Cali, ha podido vivir diferentes roles en la Universidad, cada uno con su propio aprendizaje. Inicialmente, como delegado de los profesores en el Consejo de la Facultad de Ingeniería y en el Consejo Directivo de la Seccional, lugares extraordinarios, explica, "para adquirir una perspectiva amplia, multidimensional y de prospectiva de la Universidad".

Hablamos con él y esto fue lo que nos dijo.

¿Qué enseñanzas le dejó su paso como director de Departamento, qué destaca?

Los departamentos son las unidades académicas que soportan, en los hombros de los profesores, las tres funciones sustantivas de la universidad: docencia, investigación y servicio. Balancear estas funciones en las actividades de los profesores es todo un reto, pues requiere resolver un problema muy complicado de múltiples requerimientos: las necesidades docentes de los programas de pregrado y posgrado, las exigencias institucionales de optimizar ingresos y gastos, los compromisos en investigación, la importancia de proyectarnos en la sociedad, y, quizás lo más importante, los planes de vida de cada profesor. Comprender todas estas demandas y llegar a acuerdos con las diferentes partes requiere una alta sensibilidad humana, pero también un compromiso con la calidad académica, y con el objetivo primordial de un departamento: el desarrollo de un área del conocimiento. 

¿Qué expectativas tiene como director de programa?

Las carreras tienen la responsabilidad de desarrollar los currículos de tal forma que se garantice una formación disciplinaria y profesional de la más alta calidad. Esto quiere decir que el currículo de un programa académico debe estar en continua transformación, estimulado por los cambios de una sociedad altamente compleja, de tal manera que se asegure que sus egresados adquieren las competencias adecuadas para insertarse en un mundo laboral altamente cambiante. Es muy estimulante para mi enfrentarme a este reto, pues nos permitirá revisar en detalle la realidad de la ingeniería electrónica en nuestra región, en interacción con nuestros egresados, así como con los sectores productivo, académico y gubernamental. También es vital adecuarnos a las nuevas formas de interacción de los jóvenes que llegan a nuestro programa, las plataformas que usan (Instagram, tik-tok, youtube, Twitch), los hobbies que los apasionan, los discursos que los capturan, y los personajes que los enamoran. No digo que debamos volvernos youtubers o tik-tokers o stremears, pero si debemos comprender los canales, los símbolos, los ritmos de estas nuevas generaciones. Espero trabajar en un nuevo currículo conectado con las necesidades de una sociedad en crisis, que forme ingenieros electrónicos que comprenden los fundamentos de las tecnologías disruptivas que estamos viviendo hoy y las adaptan a nuestras realidades, incluso promoviendo desarrollos innovadores y dispuestos a emprender desafíos, con responsabilidad ética y liderazgo. 

¿Dónde cree que está la clave para potenciar el programa de Ingeniería Electrónica?

El programa que tenemos actualmente es de altísima calidad. Tenemos acreditaciones nacionales e internacionales. Nuestros egresados están trabajando en las mejores compañías del mundo. Tenemos los mejores profesores de la región en las diferentes áreas de la electrónica. Tenemos una infraestructura de laboratorios y de computación de primer nivel. Sin embargo, como lo dije antes, debemos adecuar nuestro currículo para seguir siendo motor de transformación social, económica y tecnológica. Primero, debemos reducir el número de semestres, pues la velocidad de los cambios tecnológicos así lo requiere, además, los jóvenes buscan experiencias más ágiles; lo que esperamos lograr, sin reducir rigor y calidad, conectando el pregrado con una oferta amplia de posgrados adecuados a las necesidades del sector productivo. Segundo, una experiencia significativa en primeros semestres con tecnologías electrónicas avanzadas en interacción con estudiantes de otras carreras afines, lo que permitirá atender rápidamente la vocación del ingeniero electrónico y formarse en la gestión de proyectos en grupos diversos. Tercero, y quizás más importante, darle sentido al quehacer del ingeniero electrónico como agente de cambio de un mundo en crisis ambiental, social y financiero. 

¿Qué estrategias cree que se pueden utilizar para seguir motivando a los estudiantes a continuar con las clases virtuales?

La vida como la conocíamos hace un año cambió, y ya no volverá a serla misma. Debemos ser conscientes del momento que estamos viviendo, adaptarnos sacando el mejor provecho y disfrutar al máximo de las experiencias presenciales cuando las podamos realizar. Es increíble la nostalgia que sentimos por nuestro campus, hoy lo valoramos enormemente, los estudiantes agradecen las visitas a laboratorios, incluso algunas caminatas cortas por los caminos de la universidad en medio de árboles, prados, lagos, animales y edificios. El campus no se irá, está esperando por nosotros, y pronto lo podremos disfrutar. Sin embargo, los espacios digitales, las aulas virtuales, las actividades remotas, seguirán siendo la norma, y trabajamos en mejorarlas cada día. Espero llevar a cabo actividades virtuales de integración, recreativas y académicas, que nos permitan compartir momentos alegres y desahogarnos un poco de la asfixia de las pantallas. 

¿Qué tipo de director de programa encontrarán los estudiantes en Luis Eduardo Tobón?

Soy una persona cálida y extrovertida. Si bien soy hijo único, vengo de una familia paisa numerosa, donde la interacción espontánea y abierta es la norma. Por lo que espero ser un director cercano a los estudiantes, que los escucha para comprender sus vivencias, dificultades y peticiones, pero que también comprende la naturaleza de la institución, por lo que seré franco y realista. Soy también un apasionado de los proyectos colectivos de trabajo, y espero apoyar las diferentes maneras de organización estudiantil, por ejemplo, los semilleros de investigación o la rama IEEE. Estos espacios de encuentro favorecen el desarrollo de competencias blandas que no están explicitas en el currículo. Cuentan conmigo para fortalecerlas.

A continuación, el nuevo director da la bienvenida a todos los estudiantes.