Echale cabeza y metele pulmón: ¿cómo actúa el cigarrillo electrónico y vapeador en tu cuerpo?
Creado por: Maria Camila Ruiz Cardona
Según nuestra Encuesta Institucional de Salud y Bienestar (2022), el 25% de estudiantes de pregrado, 4% de estudiantes de posgrado y 4% de colaboradores, consume cigarrillo electrónico o vapeador. Aquí te contamos qué pasa con este consumo a nivel físico, psicológico y ambiental, como también en el campus.
De acuerdo con el III Estudio Epidemiológico Andino sobre Consumo de Drogas en Universitarios, el 16% de los estudiantes en Colombia ha utilizado cigarrillos electrónicos o vapeadores en alguna ocasión. En nuestro caso, según la Encuesta Institucional de Salud y Bienestar del 2022, el 25% de los estudiantes de pregrado y el 4% de posgrado, junto con el 4% de colaboradores, hacen uso de estos dispositivos. Además, la encuesta reveló que el consumo de estos dispositivos está relacionado con problemas de salud mental, especialmente, frente a los estados de depresión, ansiedad, estrés y soledad.
Por su parte, la encuesta de Caracterización de Neojaverianos del 2024, indicó que el 8.2% de esta población consume vapeador de manera eventual y afirman que es, mayormente, para disminuir el estrés y la ansiedad o porque ya es común entre sus amigos.
Aunque existen pocos estudios sobre sus efectos en la salud, entre 2019 y 2020 se reportaron 2.807 casos de daño pulmonar agudo y 68 defunciones asociadas al consumo de cigarrillos electrónicos y vapeadores, según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades. Pues se popularizaron como una alternativa para dejar de fumar tabaco, pero se ha demostrado que este efecto es un mito, ya que en realidad reemplaza un dispositivo por otro y mantiene el hábito de fumar, lo que expone a otros riesgos adicionales.
Entonces, ¿cómo actúa en el cuerpo el uso de estos dispositivos?
A nivel físico
Cuando se consume cigarrillo electrónico y vapeador se asume el riesgo de exposición a dispositivos que calientan una solución líquida para crear aerosoles, algunos de estos con nicotina (SEAN – Sistemas electrónicos de suministro de nicotina) y otros sin nicotina (SSSN – Sistemas electrónicos sin suministro de nicotina), que luego son inhalados por el usuario. Así, es como ingresan al cuerpo diferentes sustancias químicas y partículas finas en las cuales se encuentran componentes tóxicos, que pueden causar:
Irritación de ojos, garganta, pulmones y afectación de las vías aéreas del cuerpo, por el consumo a altas temperaturas de propilenglicol.
Enfermedades respiratorias agudas, como asma y la neumonía lipídica o EVALI (E-cigarette or Vaping Use-Associated Lung Injury), también conocida como lesión pulmonar asociada al uso de cigarrillos electrónicos o vapeadores, que puede ser grave y potencialmente mortal.
Riesgo de daños y enfermedades cardiovasculares, respiratorias y gastrointestinales por el consumo de glicerina y nicotina.
Afectaciones en el desarrollo cerebral de los jóvenes hasta de 25 años, por el consumo de nicotina, como su posible adicción a esta u otras sustancias.
Riesgo de cáncer de pulmón, garganta, boca y lengua por las partículas finas de elementos cancerígenos como metales pesados, formaldehído, acetaldehído, butilaldehído, arsénico, plomo, entre otros.
Disfunción eréctil, en jóvenes y adultos.
Sumado a esto, la exposición a estos dispositivos incluye el riesgo de sufrir quemaduras y lesiones graves por la explosión de baterías defectuosas.
A nivel psicológico
Debemos partir por el comportamiento de consumo. Según Paula Casas, psicóloga del Centro de Bienestar de la universidad, el consumo de cigarrillos de tabaco, cigarrillos electrónicos o vapeadores se emplea para tramitar psicológicamente la sensación de vacío y el malestar emocional asociado a la ansiedad, la depresión, el estrés, etc. Como consecuencia, cuando el consumo se vuelve compulsivo y, por ende, problemático, se producen estados de ánimo que empeoran la salud mental.
Adicionalmente, se ha comprobado que el consumo de este tipo de sustancias o dispositivos, especialmente los que contienen nicotina, aumentan los niveles de dopamina y producen una estimulación para el cerebro y el cuerpo que es bastante placentera, como efímera. Por lo cual, cuando se termina el estímulo, se produce un efecto de abstinencia que busca recibir nuevamente esta satisfacción y acaba por generar un ciclo de dependencia o adicción al mismo. De modo que, en lugar de liberar la ansiedad, la aumenta.
A nivel ambiental
Si bien aún no se ha estudiado a profundidad cuáles son los daños al medio ambiente causados por la producción de cigarrillos electrónicos y vapeadores, estos dispositivos son denominados “Rare Earth Elements” (REE) o contaminantes emergentes, porque contienen altas concentraciones de elementos tóxicos para los organismos vivos de la naturaleza, por sus metales pesados y nicotina.
A lo cual se suma la contaminación provocada por el incremento de plásticos de un solo uso, baterías de litio y sustancias líquidas, que además generan una discusión y falta de conocimiento para la disposición de estos residuos por su clasificación como desechos plásticos, desechos electrónicos o desechos químicos peligrosos.
Ahora bien, ¿cómo funciona la regulación de estos dispositivos a nivel nacional y en nuestro campus?
Desde la Ley Antitabaco (Ley 1335 del 2009) se empezó a regular el uso de los cigarrillos de tabaco para la prevención y cuidado de los fumadores y no fumadores. Ahora, durante este mes de marzo, se aprobó la ampliación a esta ley para incluir el uso de cigarrillos electrónicos y vapeadores, con el objetivo de que cumplan con esta misma normativa, además de otras disposiciones actualizadas. Conócela aquí
Por otra parte, el 14 de octubre del 2019 se emitió en la Universidad Javeriana Cali una circular relacionada con el uso de estos dispositivos, donde se compartieron las nuevas medidas pedagógicas y disciplinarias para regular su consumo al interior del campus. Conócela aquí
Como universidad, tenemos la misión de formar seres integrales, a quienes debemos orientar y acompañar para que sean conscientes de tomar decisiones para su bienestar, que además involucran el bienestar del otro y del entorno que habitan. Al mismo tiempo que, somos responsables, entre todos, de promover una cultura del cuidado en nuestra comunidad javeriana, que aborde cada una de las dimensiones que favorezcan el cuidado propio, del otro y de lo otro, es decir, de nuestro campus, con sus diferentes formas de vida.
La U es un espacio libre de consumo de cigarrillo de tabaco, cigarrillo electrónico y vapeadores, porque prevalece el cuidado la salud y el bienestar de todos quienes hacemos parte de esta comunidad.
Si quieres conversar acerca de este consumo, echarle cabeza al malestar emocional que te provoca o los efectos asociados a su uso, ven al Centro de Bienestar. Tendremos un espacio abierto para toda la comunidad javeriana, durante el mes de abril y mayo, los lunes de 1:00 a 2:00 p.m.
¡Vamos a echarle cabeza y meterle pulmón!
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